Pues tocaba retomar el tema de la pesca a la allerana, testando una caña preparada para tal fin. Debo tratar de encontrar un equipo que reúna el máximo de características positivas para este fin y eso llevará su tiempo.
Quizás uno de los mayores retos es combatir los días de viento. En esas condiciones solo cabe esperar que amaine u optar por ninfas lastradas. No es nada fácil que algo de peso ínfimo se mueva como tú quieres, cuando el viento trata de echar por tierra cada uno de los lances.
El funcionamiento de lo demás es correcto, aunque también hay que indagar más sobre el dacrón a emplear, para que la mosca pose lo mejor posible.
Si voy cogiendo soltura en distintos escenarios, quizás tenga más opciones a la hora de afrontar una jornada de pesca. Los salmónidos me dieron esquinazo todo el día, pues clavarlos no es nada fácil.
Preguntando a los pescadores asturianos que más saben de esta modalidad, podré ir avanzando, para poder ir algún día hasta el río Aller y pescarlo a la Allerana. Sin duda es un reto que ya está en mi mente.